Artículo de Joaquín de Fuentes Bardají en Cinco Días.
En febrero de 2010, Renfe Operadora tomó la decisión de subir drásticamente las tarifas del AVE con el argumento de que una empresa que trabaja en régimen de monopolio maximiza su beneficio manteniendo precios altos. La medida, que fue aprovechada por la aviación para recuperar cuota del mercado de transporte, se mantuvo hasta que en febrero de 2013 la Administración tutora de Renfe, Ministerio de Fomento, dio la instrucción de bajar de nuevo los precios con el fin de afrontar la caída en la ocupación de los trenes. (…)