Siro Barro, Socio Responsable del Departamento de Derecho Fiscal de Escalona & de Fuentes, participa en una información publicada por El Economista sobre lo que puede suponer el fin de la Golden Visa anunciado ayer por el presidente del Gobierno.
En ella, Barro explica que la Golden Visa no es una medida con especial atractivo fiscal, pues los extranjeros que la tienen, si pasan más de 183 días en nuestro país, son considerados residentes fiscales y, por tanto, tributan en España por toda su fortuna esté donde esté, pero añade que la fiscalidad sí que entra en juego a la hora de que los nuevos inversores elijan dónde ubicar su dinero con el fin de obtener el visado español. Y añade que “España va a dejar de ser atractiva para el inversor inmobiliario que busca la Golden Visa y hay otros países de la UE que aún la tienen como Italia, Grecia, Malta y Hungría. Los dos primeros, además, contemplan un modelo fiscal competitivo para los extranjeros. Italia tienen un régimen por el que el extranjero paga 100.000 euros al año y con eso no paga más impuestos. Ahí sí pueden tener un pack atractivo”.